Los estudiantes de la UA y la ASU temen por sus compañeros mientras la fiscal general de Arizona, Kris Mayes, lo califica de “comportamiento abominable por parte de este grupo…
Colectivos feministas acusan represión; autoridades niegan irregularidades
La marcha del 8 de marzo en Saltillo, Coahuila, terminó en tensión luego de que colectivos feministas denunciaran represión policial, el uso de gas desde el interior del Congreso del Estado y detenciones arbitrarias de manifestantes. Sin embargo, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado rechazó estas acusaciones y aseguró que la policía municipal llegó desarmada y que no tiene armas de gas en su arsenal. Federico Fernández, secretario de Seguridad Pública del Estado afirmó que la policía del Congreso local utilizó extinguidores para evitar un amago de incendio y que cuatro mujeres y una persona transgénero fueron detenidas.
Acusaciones de represión y violencia
El colectivo Si el sistema no nos escucha, cambiamos la ruta denunció que cinco mujeres fueron detenidas de manera arbitraria al finalizar la protesta. Según su versión, las aprehensiones ocurrieron cuando las manifestantes ya se retiraban del lugar, y entre las detenidas se encontraba una mujer transgénero que fue víctima de tratos discriminatorios y violencia verbal por parte de los agentes.
“Fueron llamadas con términos peyorativos y transfóbicos como ‘maricón’ y ‘joto’, además de que la detención se realizó por un grupo de 12 policías hombres, lo que constituye un acto de intimidación y abuso de poder”, denunció el colectivo.
Exigen una investigación imparcial
Los colectivos feministas exigieron una investigación exhaustiva e imparcial sobre lo sucedido, así como sanciones para los responsables. También demandaron garantías de no repetición y reparación integral del daño a las personas detenidas, incluyendo atención psicológica y legal.
“Estos actos no pueden quedar impunes. La violencia policial y la criminalización de la protesta son inadmisibles”, enfatizaron las activistas.
Mientras persisten las versiones encontradas, las denuncias por represión en la marcha del 8M en Saltillo han abierto un nuevo debate sobre el actuar de las fuerzas de seguridad en manifestaciones feministas y el respeto a los derechos humanos en Coahuila.